La carencia de un sistema de electrificación que permita a los estudiantes el acceso a la tecnología, aunado a la falta de agua potable, piso, vías de acceso y un comedor escolar ha mermado la población estudiantil de la Escuela Quebrada Llana, ubicada en el corregimiento de San Andrés, distrito de Bugaba.
Este plantel educativo, creado hace 10 años, logró matrículas que oscilaba entre los 36 a 40 estudiantes; sin embargo, en el 2012, sólo 16 estudiantes ingresaron y 22 en 2013, para ser atendidos por dos docentes. “La población estudiantil ha mermado con el tiempo, pues los padres de familia temen que sus hijos crezcan sin los conocimientos tecnológicos básicos, necesarios para ser competitivos y han optado por enviarlos a otras escuelas, con sus familiares”, explicó Eligio Jurado, director encargado.
En tanto, Elmer Serracín, padre de familia, indicó que recientemente el Ministerio de Educación (MEDUCA) realizó mejoras en el techo de la escuela, sin embargo, señaló que falta mucho por hacer, “el comedor está en pésimo estado, igual que el albergue para los maestros y lo primordial; requerimos paneles solares y computadoras”.
La falta de agua potable, apta para el consumo humano es otra necesidad apremiante. Grisell Espinosa, moradora de Quebrada Llana informó que los educadores deben recoger el líquido el día anterior para que los padres de familia puedan prepararles los alimentos a los alumnos, ya que muchos niños tienen que caminar hasta 40 minutos para llegar a sus hogares.
La comunidad educativa de Quebrada Llana apela a la buena voluntad de las autoridades del MEDUCA e incluso de las empresas que explotan recursos naturales en Tierras Altas, para que los apoyen a solucionar las carencias que hoy enfrentan y que afectan el proceso de enseñanza – aprendizaje del estudiantado.