Los médicos han recomendado una cama ortopédica pero sus padres no tienen el recurso.
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Yoiner Juárez de tan solo diecisiete meses de edad, mira con desprecio a la muerte. Un soplo en el corazón lo asedia desde antes de nacer. Trata de ponerse de pie, pero no puede por el debilitamiento de sus extremidades inferiores. Necesita de una cama especial y leche adecuada para tratar su problema; sus padres no tienen el recurso económico para ayudarlo.
El pequeño Yoiner, fue diagnosticado con esa enfermedad cardiaca, previo a que su madre Betzaida Smith, llegará al alumbramiento. Las condiciones de su nacimiento y el bajo poder adquisitivo de sus progenitores, propiciaron que aparte del problema del corazón, le falten las fuerzas para caminar. Aparte de la necesidad de la cama especial, se agrega la urgencia de la alimentación adecuada para este niño, la cual según su mamá, debe ser a base de PediaSure, un lácteo especial para chicos que presentan este cuadro.
Según Smith, los galenos han recomendado una cama especial, pero debido a que su esposo (padre de Yoiner), carece de un trabajo formal no ha sido posible conseguirla. “No tenemos dinero y mi esposo no tiene trabajo fijo”, dijo con voz tenue. ¿En dónde duerme Yoiner? Sobre un colchón de resortes que tiene más agujeros resortes, tendido sobre el piso.
Aquilino Juárez, que así se llama el papá de Yoiner, no quiso dar declaraciones a pesar de encontrarse en la casa. Tal vez, por la tristeza que lo embarga al ver a su familia desprovista y con necesidades que él no ha podido solventar.
La situación de la familia Juárez Smith, se entenebrece más. La diabetes infantil, azota a sus otras dos hijas, según dijo la madre. “Mi hijo sufre, necesita ayuda; también mis niñas que los doctores les descubrieron azúcar en la sangre”, expresó mientras movía la cabeza de lado a lado.
Aquilino y Betzaida, laboran eventualmente, pero sus ingresos no alcanzan para darle a sus hijos la atención médica que merecen. Residen en Los Abanicos