Y se ganan la vida, hurgando entre la basura, tan llenos de rabia como llenos de duda”, tal como lo indica el fragmento anterior, más de 30 personas entre hombres y mujeres, sin contar a otros 16 niños, arriesgan sus vidas entre los desechos del vertedero municipal de David, con tal de amasar algunos dólares.
Edilberto Samudio, presidente de los pepenadores en este vertedero, afirmó que son más de 30 personas las que acuden diariamente al lugar para extraer todo tipo de materiales que los camiones recolectores traen al sitio. “Llegan más de 30 personas, unos hoy otros mañana; lo cierto es que son más de 30 personas, las que dependen de esta actividad”, dijo.
Un trabajo, como cualquier otro, no obstante, muchos les miran con animadversión. En efecto la jornada es dura, y no apta para menores de edad, debido a la peligrosidad del ambiente y de los actores que allí convergen, según explicó Samudio. “Trabajar aquí requiere mucha maña, porque podrías quedar debajo de las maquinarias o lastimarte, con algún objeto”, aseveró.
El presidente de este grupo confirmó que habían demasiados menores de edad en el vertedero. “Esto no es recomendable para menores, mucho menos para niñas”, indicó al referirse que ha visto damitas entre los 13-14 años en el área.
Agregó que en el último tiempo, ya son más de 16 menores de edad, que también se dedican a las actividades extractoras en el relleno sanitario. Expresó, también, que la cifra aumentó desde la última vacunación que se realizó en la zona, lo cual muchos malinterpretaron, conforme manifestó él.
Samudio dijo que los materiales más buscados son el papel blanco, cobre, bronce, hierro y latas de aluminio, entre otros. Dijo que trabaja todos los días hasta la una de la tarde, cuando para esa hora ya ha recogido el importe de unos 20 dólares. “Aquí me gano la vida desde hace unos 14 años, cuando el reloj marca la una de la tarde, ya tengo que haber colectado unos 20 dólares”, dijo.
Para Samudio, quien llegó a trabajar al vertedero desde 1989, irse, le resulta muy difícil. Sus hijos, quienes son profesionales han intentado sacarlo de esas faenas. “Mis mi hijos han querido llevarme a vivir con ellos a la capital”, se ha rehusado en múltiples ocasiones, confesó.
La información fue dada a conocer en la última jornada de vacunación, realizada por el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral y el Ministerio de Salud.
Según Casa Esperanza, ellos realizan operativos en distintos puntos de la provincia, como el propio vertedero de David, para detectar a los niños en situaciones de riesgo. No obstante, no hablaron de cifras referentes a niños rescatados de este lugar.
¿Y las otras entidades? ¿Será que los organismos que tienen que ver con la protección de los derechos de los niños, desconocen esta situación? ¿Acaso temen realizar visitas sorpresa de inspección a estos sitios? Ustedes saquen sus propias conclusiones.