Por: Francisco Velásquez
Director Gatma Internacional
Desde hace mucho tiempo se ha establecido, mediante diversas investigaciones científicas realizadas, que el hombre es la principal causa de los problemas ecológicos, motivando efectos nocivos para su propia vida y para el resto de la naturaleza en su flora y fauna.
Pareciera ser que la costumbre de imponer sus criterios, respaldados por sus propios intereses y poder económico, como también político lo hacen reaccionar como un ente egoísta que solo piensa en su propia ganancia y bienestar a costillas de la manipulación y explotación de los elementos disponibles a su servicio, sin importar, en última instancia, que el logro de la riqueza de hoy será hambre para mañana sin excepción, donde no existirá ganancia para nadie.
El hecho de haber desarrollado una educación basada en el tener, en vez del sentir, hace posible la falta de sensibilidad y preocupación por sus semejantes y no semejantes, imponiendo conceptos y premisas de lo que aprendió en el sistema educativo.
El atiborramiento de conocimientos memorizados aunque no entendidos, desarrollados en las escuelas, hacen creer que el tener es la clave del éxito en la vida. Sin embargo, el sentir aparece en su panorama como algo ridículo y de síntomas que demuestran la aborrecida debilidad. Entonces, es por cierto lógico, que su apreciación de la vida esta basada en el tener y su miedo a perderlo, afirmando de esa manera su creencia y el miedo y su negación de amor a otros.
Parte de este contexto expuesto clarifica contundentemente que los músicos y su música no sean consideradas de igual importancia en la educación, muy a pesar de estar condicionados permanentemente por ellos.
Se ha comprobado mediante diversas investigaciones científicas que la música influye poderosamente en las plantas y animales, agudizando muy concretamente sus mecanismos de respuesta, tanto en su producción como en su desarrollo industrial, no olvidando, que también la música y el sonido condicionan fuertemente la constitución liquida del cuerpo, existiendo un 70% de agua al igual que nuestro planeta tierra.
Somos testigos, de que forma y manera la humanidad ha reconocido, que ha tomado decisiones erróneas en su entusiasmo en modernizar la vida basado en el principio del tener, que tiende a apreciar mas la vida virtual (pantallas de informática o internet) y no la vida real.
Cuando será que la música ocupe su verdadero papel de ser agente para servir a la humanidad, liberándola de sus ataduras y desarrollándola en su capacidad para promover el amor universal.
La libertad debe ser a toda, costa el principio fundamental para desarrollar el sentir, la educación integral y el humanismo, haciendo posible el desarrollo de la vida real en vez de la vida robótica o virtual.