Los simpatizantes y seguidores del boxeo profesional en Chiriquí, aún no terminan de asimilar la cruda realidad, en torno a la muerte de Joselyn Serrano, prospecto ascendente del pugilismo profesional, así lo dio a conocer Alexander Sánchez, presidente de la Comisión de Boxeo Profesional de Chiriquí (Comibox).
“Esta es una baja muy sensible e irreparable para el boxeo profesional”, dijo el presidente de la Comibox. Añadió que la trayectoria ascendente de Serrano, auguraba la posibilidad de obtener una oportunidad titular, con grandes probabilidades de éxito.
Joselyn Serrano, según consta en los anales de la historia del boxeo amateur, realizó cerca de 70 combates. Subió a la profesional en el 2009, año en que debutó frente a Jordi Pérez en el antiguo Gimnasio Escolar, le ganó por nocaut. Posteriormente, se enfrentó con Aurelio Acosta, a quién lo obliga a retirarse del ring, después de tres fragorosos asaltos.
Figuras allegadas al pugilismo, aseguran que Acosta menospreciaba la capacidad boxística de Serrano, por el insipiente record que presenta el de San Andrés, en la profesional, sin embargo, la fortaleza de los golpes y el estilo de Joselyn lo obligaron a reconocer la superioridad estilística que presentaba este boxeador chiricano.
Con su último pleito, fechado el 21 de septiembre de 2011 ante Pablo Espinoza, contabilizó cuatro encuentros, en los cuales mantenía tres victorias por nocauts, lo cual deja claro el olor a cloroformo que presentaban sus puños.
“Serrano fue noqueado por la muerte, la única que lo podía acostar, a mi juicio”, arguye el también profesor universitario Alexander Sánchez.
Joselyn murió producto de un accidente de tránsito, cuando un camión lo envistió al momento que se desplazaba en compañía de su hermano Alex Serrano, quien también murió en lugar de los hechos. Alex, de 17 años, era boxeador.
Serrano fungía como el sparring oficial del excampeón del mundo, Vicente “El Loco” Mosquera, quien, de acuerdo con Sánchez, reconocía la fortaleza del joven peleador.
El incidente ocurrió a la altura de la comunidad de La Estrella, a eso de la 10:00 p.m. del domingo 15 de abril del mes pasado, empero Joselyn, como el gladiador que lo caracterizó durante toda su carrera, peleó la dura batalla por la vida hasta el martes, día en que los médicos decretaron su muerte en la sala de cuidados intensivos del Hospital Rafael Hernández.
Hoy la llama de estos pugilistas se ha extinguido. Hombres que consumieron sus vidas entregados al deporte de las clases populares, con la esperanza de brindarle un futuro mejor a su abuelita. Aquél ser con el que crecieron. ¡Quiera Dios que alguien pueda cumplir aquello que soñó Serrano!, “dotar de una casa a su abuelita, de una vivienda digna”.
Tratamos de contactar al señor Arístides Araúz, el apoderado de Serrano, pero al parecer mantenía el teléfono apagado.