Ya nadie encuentra diamantes en la basura
ni vírgenes en los templos
ni ciudadanos en las calles…
¿Dónde están el día, la noche, la dignidad, el alma?
Por una moneda, un pan, un café
o, simplemente, por estar a la moda,
ellas y ellos se prostituyen,
traicionan y escupen
en el altar y en el rostro de la patria.
¿Qué puedes hacer tú, hermano?
¿Qué tendrás mañana, hijo?
Y yo ¿qué soy,
qué hago,
antes de que sea demasiado tarde?
Cerdos, cucarachas, sapos, arañas, escorpiones
ocupan palacios, hogares y plazas.
¿Cuándo
—esto es con ustedes, estudiantes, maestros, campesinos,
obreros, amas de casa, indígenas, ancianos, enfermos, difuntos:
víctimas de toda condición y edad—,
cuándo diremos basta,
para que el día de mañana y el mundo sean distintos?
Que sea hoy, señores.
¡Ya!
Dimas Lidio Pitty